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jueves, 26 de noviembre de 2009

SUSANA WESLEY - Una Vida de Valor




“Susana nació en la gran ciudad de Londres, en Inglaterra, en 1669. Fue la menor de veinticinco hijos. Su padre era un pastor famoso de la iglesia protestante. Eran tiempos de muchas luchas religiosas y políticas.

Siendo joven se enamoró de Samuel Wesley, estudiante de teología con dotes de poeta. El Noviazgo culminó en casamiento cuando Susana tenía veinte años.

Susana Wesley sufrió mucho. Diez de sus diecinueve hijos murieron en la infancia. Su esposo siempre estaba endeudado, y frecuentemente en problemas. Vivía en lugares primitivos y remotos de las grandes ciudades.

Sin embargo esto no detuvo a Susana, amaba los libros y amaba a Dios, su oración desde niña era: “Querido Dios, guíame, haz que mi vida sea de valor e importancia que el fuego que yo encienda haga arder, no sólo Londres, sino a toda la nación y al mundo”. Tenía una preparación superior y la usó para educar a sus hijos de forma sabia e integral, es decir, en mente, cuerpo y alma ya que estaba segura que sus hijos podían ayudar a hacer un mundo mejor.

Susana Wesley fue la madre de Jon y Charles Wesley, quienes fueron personajes que trajeron el avivamiento a la sociedad de Inglaterra. La Iglesia Metodista, Wesleyana, Nazarena, Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, El Ejército de Salvación y otras reconocen a Jon Wesley como padre espiritual y cantan los himnos de su hermano Charles Wesley”1, es de ésta forma como Dios contesta a las oraciones que Susana hacía desde niña, la influencia de Susana en la formación de estos hombres de Dios es reconocida en todo el mundo, es así como su fuego ardió en todo el mundo y su vida tuvo valor e importancia.

En muchas ocasiones tendemos a enfocar nuestra atención en las dificultades o limitaciones que tenemos, en lo personal puedo decir que eso me pasa; pero al leer esta biografía de Susana Wesley veo que todo depende de cómo Tú quieras ver la Vida.

Esta mujer se topo a lo largo de su vida con muchas dificultades como la pérdida de sus hijos. Quienes somos padres y/o madres sabemos cuan difícil puede ser la enfermedad de un hijo ahora cuanto más grave la muerte de uno de ellos, la vida de Susana fue dura, llena de preocupaciones y sufrimientos, de tristeza y desencanto, pero las pruebas de la vida no apagaron el sueño y la oración de Susana.

Susana mantuvo una firme convicción que Ella Cambiaría al mundo de alguna u otra forma. Con las constantes noticias alrededor del mundo, vemos que los tiempos son difíciles, y existen personas que quisiéramos hacer algo para cambiar al mundo; es como querer luchar en contra de la corriente no? Y nos preguntamos ¿Qué puedo hacer para cambiar al mundo? O algunos dicen “Solo Dios puede cambiar el mundo”, de hecho sí, pero el cambio empieza por nosotros.

La vida de Susana Wesley es un testimonio, el cual nos confirma que si podemos hacer cambios, de momento pueden ser cualitativos pero con el tiempo llegan a ser cambios cuantitativos. Podemos ejercer un cambio desde el Hogar, en nuestras casas, con nuestra familia y en especial para los que son Padres, empezar el cambio con nuestros hijos.

Para que los sueños se conviertan en realidad, hay que acompañarlos de acción. No podemos tan solo dejar nuestros sueños en la mente sino, hay que accionarlos para cumplirlos y por supuesto esto va acompañado de la Fe.

El cambio y la acción empieza en el hogar, de ésta forma influirá en la comunidad y poco a poco al país donde vives y así al mundo entero, habrán personas que quieran desanimarte en tu lucha por cumplir tus sueños pero persevera en ellos.
Espero contarte más sobre la vida de Susana Wesley y que su testimonio pueda ser de bendición para ti como lo es para mí.

Te invito que hagamos también arder ese fuego en cada uno de nuestros países, empezando por avivar ese fuego en nuestros corazones, nuestras familias y que ese fuego llegue a todo el mundo, que el sueño por cambiar al mundo se haga realidad.

Dios te siga bendiciendo

Briggette


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1 “Susana y la Escuela en su Casa”. Eulalia Cook González. Alfalit International

lunes, 23 de noviembre de 2009

* Retener lo Bueno y Desechar lo Malo


Este es el diario de una mujer, una madre soltera, la cual vive día a día dependiendo de Dios, si eres hombre o mujer, puede que las experiencias de esta mujer ayuden en algo a tu vida. La Palabra de Dios nos motiva a Retener lo bueno y desechar lo malo, con éste entendimiento te invito a leer este artículo.


Un Día Común en la Vida de Isha


Es un proceso duro, sin lugar a dudas la vida tiene altos y bajos y toca hacerle frente a todo. Durante éste tiempo he logrado entender varias cosas.

Hace ya unos años desde que me separe del padre de mis hijos, mi vida no ha estado del todo estable, en distintas áreas, emocional, social, económica y otras pero tambien mi vida espritiual ha tenido altibajos.


Los años que viví casada aún han dejado secuelas díficiles de borrar, así también el sentimiento de soledad que una y otra vez, toca a mi alma. Sin embargo en medio de todo y aunque por mucho tiempo me he considerado una persona débil, Dios me ha hecho entender que no es así. Pese a las adversidades, en momentos en los que creía ya no levantarme, Dios con todo me recogió.


Pasando enfermedad, escasez, soledad; Dios me mostraba la belleza de los corazones inocentes de mis dos hijos, y aunque las fuerzas me faltaban, sus caritas me daban ese empuje de nuevo, para seguir.


Dios, perfecto en sus planes tenía lecciones que enseñarme; humildad, bondad, compasión, dependencia a Él, valentía y muchas otras más, pero sobre todo AMOR.


Fue por amor que un día tome una decisión que cambiaría mi vida por completo, solo que en ese tiempo fue un amor enfocado hacia una persona; ahora, el Señor me reta a tomar decisiones por amor, ese amor es a Él primero y luego el amor a mis hijos.


En algunos estudios y charlas sobre las prioridades de nuestras vidas, nos invitan a dar el Primer Lugar a Dios, y el segundo lugar a Nosotros mismos, y en ese orden sucesivamente; pero en estos años, yo he formado mi propia versión.


La Palabra dice que el Amor no busca lo suyo (1a. Corintios 13), de esta forma he aprendido a amar. El Señor sabía que esos niños a los que recibí con gran amor, ellos serían el AMOR que me haría valiente en los momentos difíciles.


Ahora, No pienso más, que soy una persona débil, Dios me ha hecho entender que no se equivoca, Él me eligió y fijo sus ojos en mí, porque Él en mí, me hace ser una mujer valiente ante las situaciones de la vida, aunque para los demás sea una madre soltera indefensa, ante Dios, mi padre, yo voy junto a él como fuerte princesa guerrera, porque juntos Vencemos Todo.


Quise escribir esto, como una prueba del Amor verdadero que Dios nos da a cada uno y su cuidado. Sea cual sea la situación que atravesamos... si confiamos en Él, vencemos Todo y no somos debiles, sino con él somos fuertes y valientes.



Isha